En fin volviendo a la historia; Me contó que acaba de conocer a una chica más joven que el con la que todavía no ha tenido sexo, que es hijo de madre soltera y que su sueño es tener tres hijas mujeres. También hablamos de la influencia que ejerce en un hombre una madre amorosa y tal vez demasiado estimulante, contrapuesto a la influencia que causó en mí un padre que me odiaba. El, como casi todas las personas que escuchan mi historia, no lo podía creer, no le entraba en la cabeza que un padre pudiera odiar a una hija. También hicimos la analogía de cómo dos situaciones de vida tan opuestas nos llevaron a los dos al mismo lugar de hoy, estando los dos ya grandes y solteros. Yo expuse mi teoría de que ser soltero es muchas veces mejor que estar con alguien equivocado, el estuvo de acuerdo. O sea que hablamos mucho y de cosas bastante profundas. De repente me di cuenta de que demasiado natural y aceleradamente le estaba contando cosas muy íntimas y dolorosas de mi vida, como la absoluta falta de amor en la que había crecido y lo mucho que me había costado construir mi autoestima sobre esa base tan resbaladiza. Y con un nudo en la garganta le dije: No sé por qué te estoy contando esto?... El medio que se disculpó, me abrazo más fuerte y seguimos hablando de otras cosas.
Cabe mencionar que el es más joven que yo. Lo cual no es un problema para mí, pero evidentemente para un hombre que quiere tener 3 hijas, una mujer de 44 años no es exactamente un muy buen partido. Esa puede muy bien ser su razón para no llamarme más. Claro que no reflejó eso mientras hacíamos el amor ya que en un exabrupto apasionado dijo en voz alta; yo debería casarme con tigo, carajo…
Los tipos se creen que porque una es grande ya no se hace ilusiones o no tiene sentimientos! Yo nunca dije que no quería casarme, o que quería estar sola. Yo simplemente defendí mi postura de que estando sola una también la puede pasar muy bien, pero tal vez no deje entrever mi verdadero sentimiento de soledad y de frustración por no tener a mi lado un hombre para amar. Tal vez eso le da el derecho a el de pensar que como a mi no me importa estar sola el puede fantasear con la idea de ser mi pareja en voz alta, aunque solo sea un juego…
Tal vez yo me muestro arrogante, indoblegable, autosuficiente y avasallante…una mujer fatal… e intimido a los hombres con mi actitud. Pucha, estoy empezando a pensar que ya el que se haya animado a sacarme a bailar le otorga un merito inmenso!
Y si, estoy frustrada porque hoy jueves le escribí un text message y si bien me lo contestó, no obtuve la respuesta que me hubiera gustado. Contestó amablemente, pero sin dejar indicios de ningún interés en volver a vernos ni nada parecido. Claro, mi intento de contactarlo para ver que pasa, puede ser visto como un patrón equivocado en mi comportamiento, una actitud activa cuando debería ser pasiva, un error garrafal según las 10 o 20 reglas a las que se atenían nuestras abuelas para conquistar a un hombre. Si, puede ser todo eso y mucho más si quisiera darme unos cuantos latigazos en la espalda para castigarme y hacerme responsable yo de no haberle gustado lo suficiente. Pero, si su respuesta hubiera sido la esperada…entonces podríamos llamar a mi impulso; un gesto inteligente, simpático, una espontaneidad maravillosa o simplemente una genialidad! La verdad es que no hay reglas ni estadísticas para estas situaciones…
Además no me gusta darle el privilegio a nadie de ser responsable de cómo me siento. Esa es mí responsabilidad!
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